lunes, 5 de julio de 2010

"Sueños"












Germán Aracil nos lleva de la mano, de su mano, hacia un paraíso sin distancias,
de noches infinitas. Se produce la simbiosis evidente forma-elegancia,
espacio-personalidad.
Su personalidad se apoya en la elegancia, pero no como etiqueta de cortesía,
sino como valor intrínseco de la Belleza en un espacio y en un tiempo de
unicidad y originalidad.
Porque es menester ser único y original para enfrentarse y con éxito a esas
sus criaturas, esas imágenes bañadas por la inocencia, el candor, la experiencia,
la soberanía.
Él es expresivo y directo y por ello los retratos, sus figuras, no solamente
presentan lo externo, lo tangible, diríase sino que alcanzan a mostrar los más
intensos recovecos de sus almas. El discurso plástico de Germán Aracil nos
permite esta doble indagación y este análisis igualmente doble.
Y después de todo, al final de esta especie de radiografía, la afirmación eterna,
de siempre: no hay Arte, hay, eso si, artistas; estos seres dotados y cualificados
para mostar a los demás lo que en nuestros ojos materiales y fungibles
no podemos alcanzar a ver de una manera total y amplia.
Y, como diría el poeta, “con reverso azulino y hacia la luz del sol”.
ADRIÁN ESPÍ VALDÉS
Académico de las RR. Academias de BB. Artes
de San Carlos de Valencia y San Fernando de Madrid

2 comentarios:

  1. He dado con tu blog gracias al de Pedro López. !Una maravilla!, a veces me pregunto que don es el que hace a los genios, si el arte o la magia, o ambos inclusives.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Hola German, no había llegado al final de tus trabajos... Un placer. Y como señalan los comentarios que los acompañan, Arte.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar